Me acuerdo

Me acuerdo del ruido de las piedritas al caminar.

Me acuerdo de cómo se hundían los pies cuando intentabas correr.

Me acuerdo de la tierra roja que formaban las piedritas.

Me acuerdo del trencito de la alegría y de la Pantera Rosa que me daba pavor. 

Me acuerdo del chico fumando, adentro del Mickey sin cabeza.

Me acuerdo del arenero. De la mugre del arenero y su falsa promesa de playa.

Me acuerdo de mamá gritando que suelte la colilla de ese cigarro.

Me acuerdo de ir a la plaza al menos una hora por día.

Me acuerdo de la comitiva de madres pasando los pies por la arena en busca de algún vidrio, una jeringa, cualquier residuo de noche que amenazara a sus crías. 

Me acuerdo de la ausencia de padres en la plaza. 

Me acuerdo de la hamaca, de la velocidad, de viajar parada sobre la tabla intentando alcanzar la copa del árbol.
Me acuerdo del carnaval y la bombucha que se estrelló en mi espalda y me tiró de la hamaca la única tarde que tuve chances de alcanzar la rama.

Me acuerdo del tobogán alto que me daba terror. 

Me acuerdo del tobogán bajo que me daba vergüenza.

Me acuerdo cómo se veía el mundo cabeza abajo, con las patas enredadas en las trepadoras amarillas.

Me acuerdo de las horas de plaza con amigas de la escuela.

Me acuerdo de las horas de plaza con amigas de la plaza, porque las de la escuela iban a catequesis.

Me acuerdo de la intriga que me daba catequesis. 

Me acuerdo de sentarme a mirar la iglesia, desde la hamaca, cuando mis amigas iban a catequesis. 

Me acuerdo de una o dos historias de las miles que inventaba desde la plaza mientras a ellas el cura les contaba otras versiones, no menos inventadas que las mías.

Me acuerdo de las discusiones con mi madre porque no me mandaba a catequesis.

Me acuerdo de mi madre dando por terminada la discusión: si en cinco años seguís queriendo, yo te acompaño a bautizarte y hasta comulgo con vos.

Me acuerdo del cura japonés de la iglesia de la Guadalupe.

Me acuerdo de las limosnas que recibían para obras de caridad. 

Me acuerdo de la gente pidiendo en la puerta.

Me acuerdo de ver salir al cura de noche, al volante de un auto azul de alta gama.

Me acuerdo de la chica que lo acompañaba.

Me acuerdo de la charla con mi madre que vino después.

Me acuerdo de los chicos del colegio Guadalupe, de su uniforme y de las piñas que se daban con los del Divino Corazón. 

Me acuerdo de mi escuela pública, laica.

Me acuerdo de cuando reubicaron al cura japonés.

Me acuerdo de la fila de madrugada para pedirle al cura nuevo, porque hacía milagros, decían.

Me acuerdo de esperar afuera cuando nos tocó el turno.
Me acuerdo de mi mamá al salir, llorando. 

Me acuerdo de la cadena de oración que unas señoras devotas hicieron por mi salud, en el atrio de la iglesia.

Me acuerdo que me daban terror. 

Me acuerdo de tener que ir a agradecerles nunca supe bien qué.

Me acuerdo de las meriendas con chocolatada en el banco de la plaza con Rina, los jueves que mi mama no llegaba.

Me acuerdo de Birra, la negrita paticorta que se sumó a la familia y que mi mamá llevaba a la plaza al menos una hora por día.

Me acuerdo de los otros perros, a los que mamá llamaba amigos.

Me acuerdo del batata que se llamaba Pucho y del labrador que se llamaba Whisky.

Me acuerdo que parecían un pésimo chiste cuando corrían los tres juntos.

Me acuerdo de los dueños de los perros amigos de Birra, que mi mamá llamaba amigos.

Me acuerdo de cuando llamaron para preguntar qué pasaba y ofrecer ayuda. 

Me acuerdo de todos los que ayudaron, y de sus perros. 

Me acuerdo de la rifa que organizaron para conseguir una silla de ruedas que entrara en el ascensor.

Me acuerdo lo poco aptas que eran las veredas para andar con silla de ruedas. 

Me acuerdo de empujar a mamá, con Birra en su falda.

Me acuerdo de Birra, que dejó de correr y con gruñidos impedía que cualquiera se acercara a mamá.

Me acuerdo de llevar a Birra y a mamá a la plaza, al menos una hora por día.

Me acuerdo del día que llevé la silla vacía. 

Me acuerdo que nunca me bauticé.

***
                                                                                                                                   Buenos Aires – Noviembre 2022